
Hoy 10 de septiembre se celebra el día del niño en Honduras, una celebración que se deriva de la declaración de Ginebra, la cual fue aprobada en 1924 por la sociedad de naciones con el fin de reconocer los derechos de todos los menores a nivel mundial y por lo que se decretó el 20 de noviembre el Día Internacional del Niño.
No obstante, en 1954 la Asamblea general de las Naciones Unidas (ONU), mediante resolución 836 (IX) del 14 de diciembre, recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, pero sugirió que cada gobierno escogiera la fecha en que lo celebraría.
Bajo ese contexto el 31 de mayo de 1990, Honduras ratificó la convención sobre los derechos del niño mediante el decreto número 75-90 como instrumento que reúne los principios esenciales para garantizar a la niñez el acceso a su bienestar general y fijo el 10 de septiembre como el Día del Niño.
Uno de los grandes retos es poder reducir el trabajo infantil, combatir y erradicar por completo el maltrato y la mendicidad, ya que cada vez son más los menores que son utilizados para pedir en las calles, según la Unicef. (La Prensa 10 de septiembre 2018)
El 20 de noviembre es un día importante para la infancia: se celebra el Día Universal del Niño y se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
Esta Convención, el más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.
Todos los miembros de nuestra sociedad, padres y madres, personal docente y sanitario, dirigentes gubernamentales, líderes religiosos, personalidades de la política, el mundo empresarial, la sociedad civil y los medios de comunicación, desempeñan un papel clave en promover el bienestar de la infancia. (ONU, s.f.)
Teniendo presente que, como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño, «el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento» (Convención sobre los Derechos del Niño, Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989) Para reforzar la lucha, cuatro años después, en 1996, se aprobó el Código de la Niñez y la Adolescencia en el país con el objetivo generar la protección integral de los niños en los términos que consagra la Constitución y la Convención sobre los Derechos del Niño.